La menopausia representa una etapa de cambios en la vida de la mujer. En esta etapa de la vida de la mujer tienen lugar modificaciones fisiológicas producidas por cambios orgánicos como por ejemplo la disminución de las hormonas femeninas que afecta al sistema endocrino en general, el sistema nervioso, cardiovascular, óseo, piel y mucosas.
Dentro de estas modificaciones fisiológicas que se dan lugar, las más comunes son: tendencia al sobrepeso, pérdida de masa ósea y cambios en el metabolismo de las grasas.
Estos cambios favorecen la aparición de algunas enfermedades crónicas degenerativas, como obesidad, dislipemias, osteoporosis y ciertos tipos de cáncer.
Por tanto, la salud de la mujer es más vulnerable a partir de la menopausia y por ello es tan importante llevar una alimentación adecuada en este periodo. No hay que olvidar que una alimentación equilibrada, desde edades tempranas, con suficiente contenido de calcio y la práctica regular de actividad física desempeña un papel fundamental en la prevención de los problemas asociados a la menopausia.